Dejo de existir el último de los integrantes de la que llamó George Sadoul, la “Escuela del Cusco”, el gran Luis Figueroa Yabar, a los 84 años. Ellos fueron pioneros en mostrar el Perú profundo y la belleza de los andes al país y el mundo, legado expresado en decenas de cortometrajes y largos como “Kukulí”, “Los perros hambrientos”,”Yawar Fiesta” y la prohibida “Chiaraq’e, batalla ritual”.
Figueroa tuvo varios homenajes y reconocimientos en vida. Incluso en el 2001 recibió del Ministerio de Cultura la Medalla de Reconocimiento como personalidad meritoria, por su obra y aporte al mejor conocimiento intercultural de los peruanos. Ahora, el mejor tributo que podamos realizar en su memoria y para las futuras generaciones, es la recuperación y difusión de todas sus películas, tarea que esperamos pueda ser asumida en breve por la próxima Cinemateca Peruana que tanto requiere nuestro país.
Lucho Figueroa, maestro y amigo, descansa en paz.
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Ver nota de El Comercio, 20 Marzo 2012